Del ERP al DOP. Evolucionando para hacer frente a nuevos retos

Las plataformas de digitales de gestión de la operación (DOP) son la repuesta del mundo de los sistemas a un nuevo paradigma en la gestión empresarial que pretende colocar al cliente en el centro del negocio.

El ERP. Tres décadas de reinado

Hace ya tres décadas que se acuñó el término ERP (Enterprise Resource Planning), acrónimo en inglés que significa sistema de Planificación de Recursos Empresariales.

El ERP buscaba la gestión integral de la empresa, conectando todas las unidades del negocio. Los ERPs han tenido un enfoque económico financiero. Lo que resulta lógico si tenemos en cuenta que uno de sus propósitos era la planificación de los recursos y estos siempre tienen un impacto económico en el resultado de la empresa. El ERP permitía disponer de información veraz y actualizada de los procesos que provocaban efectos en la situación financiera de la empresa. Además, daban trazabilidad a las acciones comerciales, relación con clientes o contratos con proveedores, entre otros. Con el tiempo, se incluyó a proveedores y clientes en el ERP, lo que permitía a las compañías conectarse con ellos para poder gestionar toda la cadena de suministros.

La complejidad que supone gestionar estos procesos y su diversidad dependiendo de las diferentes industrias, la localización geográfica, particularidades normativas, etc. hicieron que proliferasen distintos sistemas ERP adaptados a cada necesidad. A la vez que se producía esta especialización del ERP iban apareciendo nuevos sistemas especializados en la gestión de distintas áreas (recursos humanos, proyectos, producción). Esto ha complicado el panorama, haciendo casi misión imposible la búsqueda del ERP que recogiera todas las necesidades de una compañía, sobre todo en las industrias o sectores de nicho.

A la vez que se producía esta especialización del ERP iban apareciendo nuevos sistemas especializados en la gestión de distintas áreas (recursos humanos, proyectos, producción).

Por otro lado, el ERP tuvo que empezar a convivir con otros sistemas específicos de la actividad de cada sector. En el caso de la industria de la chapa con herramientas como las aplicaciones utilizadas en los departamentos técnicos (CAD/CAM/CAE), que a su vez evolucionaron hacia aplicaciones de tipo PDM (Product Data Management) orientadas al almacenamiento de ficheros, gestión de versiones, búsquedas, gestión de relaciones entre documentos de conjuntos, piezas y planos. Este concepto inicial derivó en un concepto más amplio que bajo las siglas PLM (Product Lifecycle Management) engloba una gestión completa de la información técnica a lo largo de todo el ciclo de vida de producto.

Todos estos sistemas y especializaciones propiciaron el solapamiento entre sistemas en determinadas funcionalidades. Así ocurre con los sistemas PDM/PLM y los ERP que trabajan con la estructura de datos de producto, o los sistemas CRM y el ERP que trabajan el perfil del cliente, desde diferentes perspectivas.

El gran reto que se planteó en ese momento fue la correcta integración de los sistemas. Esto suponía una enorme inversión que pocos podían acometer. El ERP seguía siendo la columna vertebral de los sistemas de la compañía y seguía siendo el disparador de los procesos ya que era el sistema con puntos de contacto con el resto de los sistemas. El enfoque seguía siendo financiero.

El nacimiento del DOP. Adaptando el ERP a un nuevo escenario

El cambio de paradigma en la gestión empresarial, en la que cada vez más se intenta poner en el centro al cliente, pusieron en cuestión el enfoque, bastante rígido, del ERP tradicional. Esto unido a evoluciones tecnológicas como el salto a la nube, propiciaron además la aparición de soluciones verticales adaptadas a nichos de negocio. Es aquí donde surge el concepto de Digital Operation Platform.

Estas verticalizaciones son asequibles para un mayor número de compañías dentro de un segmento de mercado.  ¿Y cómo se logra esto? Lo primero que debemos de entender es que el cambio de filosofía que suponen las soluciones en la nube y el pago por uso, permite adaptarse en cada caso, al crecimiento de la compañía, el grado de madurez de la misma o incluso las necesidades en cada momento.

La posibilidad de contar con un ERP estándar, junto con la potencia de la verticalización de las operaciones, supone un cambio de enfoque. De soluciones específicas y hechas a medida para cada sector o incluso cliente, a verticalizaciones conectadas con potentes herramientas financieras estándar. Contar con esta base financiera permite además que ingenierías de software especializadas en nichos de mercado puedan centrarse en solventar los elementos de proceso, conformando una plataforma digital de gestión de la operación (DOP, Digital Operation Platform).

La posibilidad de contar con un ERP estándar, junto con la potencia de la verticalización de las operaciones, supone un cambio de enfoque.

Para conseguir ese nivel de refinamiento del sistema, será clave contar con un partner capaz de escoger la plataforma correcta como punto de partida para la verticalización de los procesos específicos del negocio. Si fuéramos a usar la regla de Pareto, el 20% que hace distinto cada sector es el que debe de aportar el partner tecnológico de tu empresa. El 80% se basa en la elección correcta de la plataforma digital, para desarrollar sobre ella ese 20% específico, y convertirlo esto a su vez en un producto vertical. Solo así podrás reconocer esa plataforma como un sistema de gestión empresarial que “habla y comprende tu negocio”, siendo válido potencialmente para el 80% de empresas de tu sector o nicho.

De esta manera es posible disponer de manera asequible de herramientas muy potentes para una mayoría de compañías con un alto nivel de éxito de implantación, reduciendo el riesgo y el coste del proceso.

Los beneficios del DOP

La plataforma digital para la gestión de la operación (DOP), nos debe permitir que nuestro negocio se adapte a situaciones cambiantes. Tiene que resolver toda la cadena de suministro para que nuestro cliente esté satisfecho. Y además, debe facilitar la implantación de métricas que nos muestren el éxito de nuestras operaciones, permitiendo un enfoquen hacia la mejora continua, y la posibilidad de automatizar elementos, aumentando así la productividad.

Por un lado, la plataforma nos va a permitir, gracias a ser un sistema centralizado, conocer el estado del negocio a través a un análisis en tiempo real del mismo. Y por otro

  • Incrementa de la productividad, permitiendo un control y trazabilidad de la información. Se automatizan ciertos procesos carentes de valor, permitiendo a los integrantes de la organización centrarse en los problemas más complejos y que necesitan de su experiencia. Se reducen los silos de información para que la respuesta no esté en un equipo o departamento, sino en manos de la organización.
  • Permite analizar los datos agregados, posibilitando sacar conclusiones y con ellos acciones a partir de la integración de los datos de áreas distintas de la empresa pero que tienen impacto en el negocio. Como por ejemplo decidir un modelo de precio variable en función de carga de trabajo, o situación de beneficio de la empresa. Es muy distinto tener que hacer un descuento cuando aún no se han cubierto los costes fijos del mes, que cuando ya están cubiertos, y la operación permite incrementar los ingresos.
  • Se Integra de manera “natural” con sistemas de terceros gracias a estar en plataformas digitales en la nube. Esto permite simplificar el proceso evolutivo, una vez que el negocio ya está gestionado. Permite decidir cuándo dar el siguiente “salto”. Por ejemplo, integrar inteligencia artificial a partes del proceso de negocio.

Este sistema logrará, gracias al IIoT, la comunicación con el nivel físico simplificando el despliegue de las arquitecturas y sistemas de control que establecen estándares como el ISA-95.

Existen muchos negocios, tanto en tipología como tamaño, y cada uno de ellos debe contar con una estrategia de implementación que le permita perdurar en el tiempo. Dada la situación de los mercados con una gran competencia, la velocidad a la que se deben toma las decisiones, muchos negocios se beneficiarían de la implantación de un DOP. Además, la escalabilidad de este tipo de soluciones hace viable comenzar usándola como elemento de “backoffice” o gestionando procesos core del negocio, hasta buscar nuevas oportunidades de mejora en la organización.

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