Be water. Organizaciones líquidas y sus beneficios en entornos cambiantes
Las compañías han tenido que habituarse a entornos enormemente cambiantes que ponen a prueba su capacidad de adaptación. Es en este punto dónde surgen las organizaciones líquidas. Un tipo de organizaciones capaces de hacer frente rápidamente a los cambios necesarios en cada caso.
El concepto de organización líquida proviene del más amplio de modernidad líquida, acuñado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman para explicar el mundo contemporáneo como una continuación caótica de la modernidad, donde una persona puede cambiar de una posición social a otra de manera fluida y reiterada, esto generaría incertidumbre y desapego en los individuos. Dejando a un lado el enfoque pesimista del que partía la definición de la modernidad líquida, este concepto se adoptó desde el mundo corporativo para describir organizaciones en la que la característica principal era la capacidad de adaptación a los cambios que se producen de manera constante en un entorno concreto.
Pero ¿qué son las organizaciones líquidas? Una organización líquida es aquella capaz de reconfigurarse rápidamente para adoptar una nueva forma, de la misma manera que un líquido adopta la forma de su continente. Comúnmente asociada a metodologías ágiles, las organizaciones líquidas responden a la necesidad de crear equipos capaces de modificar las funciones que cumplen dentro de la compañía para acompañar al cliente a lo largo del tiempo.
Una organización líquida es aquella capaz de reconfigurarse rápidamente para adoptar una nueva forma, de la misma manera que un líquido adopta la forma de su continente.
Contar con una organización líquida nos permitirá maximizar el potencial de crecimiento. Ofreciendo una gran capacidad de adaptación a nuevas realidades, gracias a la posibilidad de incorporar nuevos miembros a la organización, cuyo proceso de adaptación se realizará en un corto espacio de tiempo gracias al talento con el que ya cuenta la compañía. Este tipo de organizaciones puede enfocarse en los resultados a corto plazo a la vez que mantienen una visión estratégica a medio plazo.
Cómo configurar una organización liquida
La configuración del equipo debe centrarse en las capacidades y las softskills de los individuos que lo conforman. Se debe encontrar un equilibrio entre los perfiles más especializados y aquellos más generalistas. La capacidad de las personas que conforman el equipo para aceptar los cambios y afrontar nuevos retos, será también fundamental.
Las metas de la compañía deben estar muy claras, para poder integrar nuevas áreas de trabajo rápidamente y que el conjunto siga manteniendo el sentido y cuente con un propósito común.
La comunicación y la coordinación entre las diferentes áreas y equipos es fundamental, para que todos los miembros del equipo mantengan el foco en los objetivos estratégicos, más allá de la función operativa que desempeñen en un determinado momento.
Advantages of fluid organisations
Contar con la organización líquida no asegura el éxito, pero ofrece importantes ventajas
Facilita la adecuación de los recursos a las necesidades de la compañía. Este tipo de organizaciones permite hacer frente a crecimientos en un corto espacio de tiempo gracias a que los miembros de los equipos con experiencia en la compañía pueden servir como elemento aglutinador cuando se produce una reconfiguración.
Ofrece oportunidades de desarrollo a todos los miembros de la organización. En cada momento, el rol de ciertos miembros del equipo podrá variar combinando las necesidades de la compañía y sus capacidades, lo que supone un importante polo de tracción para nuevo talento.
Hace que las organizaciones sean sostenibles a largo plazo. En cada fase del proyecto los perfiles podrán adaptarse a las necesidades concretas. Así en el caso de la ingeniería de software, en la fase de desarrollo los equipos podrán centrarse de manera clara en la ingeniería de software para, posteriormente reconfigurarse pasando determinados perfiles al área de consultoría y soporte técnico, una vez que el software esté en operación.
Promueve la innovación. La estructura flexible permite compartir conocimiento e ideas entre diferentes áreas, fomentando procesos creativos.
Fomenta la cooperación. Los equipos se reconfiguran lo que permite un conocimiento más profundo entre los diferentes miembros de distintos equipos, lo que redundará en una mayor colaboración y apoyo entre los diferentes equipos, gracias a la generación de esa sensación de comunidad.
Organizaciones líquidas e ingeniería de software
Según la Ley de Conway, el software refleja la estructura de las compañías que los desarrollan. Esta afirmación, viene a constatar una realidad: aquellas compañías que cuentan con estructuras muy rígidas divididas en silos tienden a desarrollar sistemas que reflejan dicha rigidez. Por tanto, la adopción consciente de una organización liquida permite escapar de este tipo de limitaciones a la hora de desarrollar el software, ya que los equipos no se encontrarán obstáculos entre las diversas áreas funcionales para poder concebir los sistemas de una manera holística.
El software está en constante evolución, por lo que contar con una organización con estas características, tiene en esta industria más sentido, si cabe, que en otras menos dinámicas. No solo esto, el cambio en el peso del tipo de actividades que deben realizarse en cada caso respalda la opción por este tipo de organizaciones, capaces de mantener con sus miembros una relación a largo plazo, independientemente del momento en el que se encuentre el desarrollo.
Pero estas organizaciones no son entornos en los que cualquier profesional pueda encajar. Los constantes cambios requieren una actitud positiva ante el reto, además de una determinada actitud ante el trabajo en equipo para adaptarse en cada caso a los nuevos escenarios.