Design Thinking. Creatividad aplicada a la ingeniería de software
El Design Thinking es, básicamente, un método que nos ayuda a resolver problemas de manera más eficaz, gracias a la aplicación de un alto grado de creatividad.
Originalmente, el Design Thinking surgen en el ámbito del diseño, pero desde hace algún tiempo ha empezado a exportarse a otros campos profesionales. Y, aunque a priori pueda parecer un método muy alejado de la realidad de una ingeniería de software como Kurago, lo cierto es que está demostrando ser muy útil para desarrollar soluciones en un ambiente como el nuestro. Pese a lo que pueda parecer, el desarrollo de software requiere un alto grado de creatividad y es por eso que este método proporciona una serie de herramientas que permiten evolucionar de una idea a un producto real, poniendo durante todo este proceso al cliente en el centro.
Los pasos para aplicar este innovador método son fáciles de entender, pero no tanto de poner en práctica. Requieren el trabajo en equipo efectivo, en el que todos los perfiles aporten desde su perspectiva sin ponerse límites. Es necesario desterrar ideas preconcebidas y permitirse pensar fuera de las convenciones.
¿Pero en qué consiste el Design Thinking? ¿Cómo aprovechar el enorme potencial que tiene este método para hallar soluciones a cuestiones complejas?
1. Empieza por entender el problema
La primera fase del design thinking se centra en empatizar. Parece fácil, pero no siempre lo es. En ocasiones creemos entender lo que nos expone el cliente, pero, en realidad, lo que nos está planteando no es el origen del problema. Debemos analizarlo y no quedarnos solo con lo superficial. Nuestra experiencia debe guiarnos en esta toma de requerimientos, para poder ir más allá de las creencias de los clientes y encontrar la raíz del problema a resolver. Solo así podremos sorprender al cliente con nuestros resultados.
2. Define claramente los requerimientos
Una vez hemos conseguido ponernos en los zapatos del usuario, debemos ser capaces de definir cuáles serán las necesidades que nuestro producto cubrirá y en qué orden vamos a acometer cada una de las funcionalidades requeridas. Una vez más en esta definición debemos involucrar al cliente, al que informaremos en todo momento, lo que le generará certidumbre durante todo el proceso.
aunque a priori pueda parecer un método muy alejado de la realidad de una ingeniería de software como Kurago, lo cierto es que está demostrando ser muy útil para desarrollar soluciones en un ambiente como el nuestro.
3. Idea sin límites
Definidos los requisitos que el software deberá cumplir, llega el momento de ponerse a pensar en cómo resolverlos. Este es el momento de la verdad en el que se requiere más creatividad y para ello debemos evitar ponernos límites. Las personas involucradas deben sentirse libres para plantear todo tipo de ideas, sin miedo a equivocarse. Lo importante es generar la mayor cantidad de ideas posible.
4. El prototipo es clave
Para llegar a esta fase no hace falta tener la idea perfecta. En cuanto tengamos algo que se pueda probar, lo haremos. Solo así podremos saber si la idea funciona o si debemos volver a la fase anterior para explorar nuevos caminos. Lo importante es ser capaces de prototipar de manera rápida y con un coste reducido.
5. Testea para volver a empezar
El prototipo requiere de una fase de testeo, solo de esta forma podremos saber si funciona, el feed-back del cliente es fundamental para poder sacar conclusiones. No solo para contrastar si estamos en el buen camino, si no también para extraer conclusiones que nos permitan ajustar los objetivos y volver a las fases anteriores para continuar refinando nuestros sistemas.
Obviamente, hay muchas formas de encontrar soluciones. De hecho, la mayor parte de nuestro trabajo como desarrolladores de software consiste en eso: en dar herramientas para hacer el trabajo más fácil y eficiente. El Design Thinking es una de esas formas. Una fórmula innovadora y eficaz en la que la creatividad nos ayuda a que esas soluciones sean las más adecuadas. Como cualquier otro método, para llevarlo a la práctica necesitaremos tener en cuenta algunas cuestiones importantes, pero nuestra experiencia con este método ha sido muy positiva. Si quieres saber lo que nadie te contó sobre utilizar design thinking en le desarrollo de software, puedes leerlo aquí.